13Día
Hallstatt
Hallstatt es patrimonio mundial de la Unesco y declarado uno de los pueblos más bonitos del mundo.
Panorámica de Hallstatt
Hay que decir que el titulo se lo merece, por su belleza y por el entorno en el que se encuentra, construido junto al lago Hallstatter.
Hallstatt sobre el lago
La mejor manera de verlo es dando un paseo, ya que es un lugar no muy grande.
La plaza del pueblo
Calle del pueblo
Casa construida sobre el lago
Aparte de la belleza del lugar otro de los reclamos que tiene es la posibilidad de visitar las cuevas de sal, nosotros no pudimos verlas y el Osario que se encuentra en la iglesia parroquial católica Pfarrkirche y que tiene más de 1200 cráneos cuidadosamente decorados. Esto tampoco pudimos visitarlo, ya que a la iglesia si entramos pero el osario se encontraba cerrado.
Entrada a la iglesia Pfarrkirche
Osario (Postal)
Mauthausen
De aquí ya acercándonos a Viena, visitamos el campo de concentración de Mauthausen.
Este funciono desde 1938 hasta 1945 cuando fue liberado por las Fuerzas Americanas.
Se estima que durante ese periodo, pasaron por Mauthausen unos 200000 prisioneros, de los cuales 119000 murieron.
Entrada al campo
Interior del campo
Se estima que durante ese periodo, pasaron por Mauthausen unos 200000 prisioneros, de los cuales 119000 murieron.
Nada más te vas acercando al complejo, parece que te entra un escalofrió solo de pensar lo que allí pasó, una vez dentro pudimos ver los barracones donde estaban hacinados los prisioneros, así como los hornos donde fueron incinerados muchos de ellos, e incluso mesas de operaciones donde hacían experimentos con ellos. También pudimos ver distintas fotos y restos de ropa de los que allí habían estado.
Hornos Crematorios
Barracones
Ropa de los presos
El Campo fue construido junto a una cantera abandonada, donde luego eran enviados los prisioneros a trabajar, hoy en día esa cantera todavía es visible y pudimos apreciar cual era el camino que hacían los prisioneros hasta llegar a ella. Fuera del complejo pudimos ver numerosas estatuas y esculturas en honor a los allí caídos.
También tenemos que decir que aunque la visita estuvo bien, unos años antes habíamos visitado el campo de concentración de Dachau y esta fue muchísimo mejor, en la que podías hacerte una idea de lo que allí paso ya que te deban cascos donde te iban contando la historia y todo en castellano, algo que en Mauthausen brillaba por su ausencia.
Así que si algún día queréis visitar alguno y dudáis entre cual, sin ninguna duda el de Dachau.